Marta

Bueno... os hablaré de una chica bastante especial para mí, aunque ella no lo sepa, su nombre es Marta.
Dulce sonrisa, el pelo dorado, ojos color verde, bastante lista... en definitiva una chica sacada de un sueño.
Hace dos años llegó a mi instituto, y enseguida hizo trato con varias personas.
Yo que iba a un curso superior no la podia ver muy amenudo, pero cada vez que me cruzaba con ella su olor a fresas me llegaba, aunque no me gustan las fresas... ese olor me hacía adictivo a ella.

Ahora, repitiendo yo, la veo cada día, cada hora. La vista se me va cada minuto hacía ella, a mi derecha, justo al lado de la ventana.

Hoy en la biblioteca, buscando un libro que nos tenemos que leer en Literatura, ví a Marta con sus amigas en una mesa estudiando al parecer Historia del Arte para el exámen de la siguiente hora. Al pasar por al lado las escuché como cuchicheaban;
- Joder con el madurito de la clase, no esta mal, eh? - soltó Ana, una chica muy abierta en todos los sentidos.
- No, no está mal. Aunque es un poco raro, no habla con nadie de clase,  pero eso le da su punto o no chicas? - contestó Susana.

De reojo miré a Marta, a la única que me importaba saber su contestación.
Ella agachó la cabeza y se puso a leer, sin contestar, pero con media sonrisa en la cara.